10 DESASTRES DECO QUE DEBES EVITAR AL REFORMAR TU COCINA

¿Llevas años soñando con 'la cocina ideal' y es el momento de hacerla realidad? Que nada te empañe el momento y menos aún esos errores tan fáciles de evitar con un poco de previsión.

Trabaja con comodidad. Al diseñar la distribución de la cocina, pon la comodidad en el punto de mira y diseña un triángulo de trabajo funcional que facilite los movimientos entre las tres zonas de uso: preparación, cocción y almacenaje.

O lo que es lo mismo, no dejes que la planta de la cocina o sus dimensiones pasen por encima del triángulo de trabajo ideal: con el fregadero, el frigorífico y la placa de cocción como protagonistas de cada uno de sus vértices. Dibuja un plano a escala de la estancia para ver sobre el papel la distribución más cómoda y funcional.

Ahórrate disgustos

¿Quién no ha oído alguna vez eso de que en la reforma de la cocina siempre se acaba uno pasando del presupuesto? Si no quieres (o no puedes) que este sea tu caso, no solo conviene que solicites dos o tres presupuestos a empresas solventes y con referencias, sino que insistas en que todos ellos contemplen las mismas partidas (albañilería, fontanería, electricidad, mobiliario, encimera, grifería, electrodomésticos...), con los materiales y calidades equivalentes y claramente definidos, no solo para poder compararlos sino también para poder reclamar en caso de que no se corresponda con lo que te instalan. No olvides pedir que desglosen también el coste de la mano de obra, para poder tomar una decisión con toda la información necesaria.

No sin mi cocina

La reforma de la cocina suele requerir entre 10 y 15 días hábiles aunque aquí también pueden surgir imprevistos si los diferentes profesionales involucrados no están bien coordinados. Para que no se alargue más de lo necesario, pacta los plazos con la empresa de reformas e insiste en que lo pongan por escrito, junto con las penalizaciones económicas que supondrían los posibles retrasos. A menudo, estos son debidos a dilaciones en las entregas de materiales o mobiliario, por lo que conviene asegurarse de que se cuenta con todo ello antes de iniciar las obras.

Una buena base

¿Cuánto hace que convives con tu cocina actual: diez, quince, veinte años? Tiempo más que suficiente para que las instalaciones de agua, gas y electricidad hayan podido sufrir el lógico desgaste por el uso y hasta puedan haber quedado obsoletas por la incorporación de nuevos materiales y normativas.



 Por tentador que resulte ahorrarse el 20% del importe final que supone su renovación, no es momento de escatimar, a menos que estés dispuesto a afrontar el coste (muy superior) de una reparación en caso de avería más los posibles problemas que pueda plantear como, por ejemplo, no disponer de las mismas baldosas cerámicas para sustituirlas o tener que desmontar fregadero, encimera, muebles...

Iluminación: el momento es ahora

¿Elegiste los revestimientos, los muebles o la encimera y 'se te pasó' planificar los puntos de luz? Sabemos que es mucho más agradecido lo primero pero conviene que antes incluso de pensar en el color de las paredes hayas decidido los puntos de luz para que no sea demasiado tarde. La cocina requiere una iluminación general blanca y potente, además de fuentes de luz puntual sobre las encimeras de trabajo y, todo eso, hace necesarias las suficientes tomas de corriente (ocultas bajo el falso techo y los azulejos, no lo olvidemos). Por no hablar de los enchufes, que parece que nunca son suficientes para todos los electrodomésticos y pequeños aparatos eléctricos: evita molestos y peligrosos cables y 'alargos' con un cálculo adecuado y llévalos a cualquier parte con soluciones como las torres que se esconden bajo la encimera o cajones o armarios electrificados.

No escatimes en equipamiento interior

Pasarse del presupuesto al reformar la cocina es fácil (véase punto 2 para evitarlo) pero dejar los armarios y los cajones 'pelados' porque no nos queda para su equipamiento interior es un derroche que no te puedes permitir.


¿De qué sirve tener muchos armarios si dentro apenas caben cuatro cosas y la mitad de las veces no las ves o no las alcanzas? La variedad de precios de los muebles de cocina es amplísima así que quizás vale más la pena elegir un modelo más económico e invertir la diferencia en baldas y bandejas extraíbles, cajones de extracción total y accesorios para aprovechar las esquinas.

No quieras aprovechar hasta el último rincón

Querer aprovechar hasta el último rincón con armarios altos y bajos es un error habitual que no solo puede hacer que una cocina alargada y estrecha parezca poco menos que un túnel sino que acaba convirtiéndola en poco práctica. Y es que, ¿de qué sirve tener módulos hasta el techo si lo que guardas en su interior resulta inalcanzable? Evita acabar con una distensión en la espalda colocándolos a una altura accesible (a unos 140-150 cm del suelo y a unos 60 cm de la encimera). Y, si aún así no te resistes a colocar altillos, guarda en ellos cosas de uso esporádico y hazte con una banqueta cómoda.

Acierta con los revestimientos

Puede que lo de 'alicatar hasta el techo' no esté de moda y haya cedido terreno frente a paredes pintadas y empapeladas pero ten en cuenta que hay pocos materiales que pueden competir con la cerámica en un espacio sometido a manchas, grasas y humedad como la cocina.




Reserva los materiales más delicados para paredes alejadas de las áreas de trabajo y, en lugares como el frente de la encimera, la zona de aguas o la de fuegos, recurre a otros resistentes y fáciles de limpiar, como las múltiples variedades de cerámica, el acero inoxidable, el cristal o las placas de composites de resinas con cargas minerales (que pueden ser idénticas a los de la encimera).

Cuidado con el fuego

La ubicación de la zona de fuegos puede plantear más de un quebradero de cabeza: no debe estar demasiado cerca de la de aguas, porque no se llevan demasiado bien, pero tampoco muy alejada, porque son tareas complementarias... Y, sobre todo, no debe estar bajo una apertura al exterior o en una zona con corrientes de aire, sobre todo en caso de utilizar fuegos de gas. En cualquier caso, cuando hayas encontrado la ideal, asegúrate de dejar una buena zona de encimera junto a ella, para trabajar con comodidad.

¿Y el agua?

Tradicionalmente, tampoco se aconsejaba colocar el fregadero muy próximo a una ventana, dado que la altura de la grifería podría obstaculizar su apertura.


Hoy día, con la proliferación de las griferías plegables y escamoteables, este problema queda resuelto, aunque debes tener presente que al ser modelos especiales suelen ser más costosos que los convencionales. Piensa si la solución vale la pena la inversión.

FUENTE: elmueble.com

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